En el párrafo 81 del Ordenamiento de Iniciación Cristiana de Adultos, leemos:
Durante el período del catecumenado deben realizarse celebraciones de la palabra de Dios que concuerden con el tiempo litúrgico y que contribuyan a la instrucción de los catecúmenos y a las necesidades de la comunidad. Estas celebraciones de la palabra son: primero, celebraciones realizadas especialmente para los catecúmenos; segundo, participación en la liturgia de la palabra en la Misa dominical; tercero, celebraciones realizadas en relación con la instrucción catequética.
La tercera forma mencionada anteriormente son las “celebraciones celebradas en relación con la instrucción catequética” y en los párrafos 85 a 89 se proporciona un modelo útil:
86. Canción: Se podrá cantar una canción apropiada para abrir la celebración.
87. Lecturas y Salmos Responsorial: Un miembro bautizado de la comunidad proclama una o más lecturas de la Escritura, elegidas por su relevancia para la formación de los catecúmenos. Normalmente, después de cada lectura debe cantarse un salmo responsorial.
88. Homilía: Se debe dar una breve homilía que explique y aplique las lecturas.
89. Ritos finales: La celebración de la palabra puede concluir con un exorcismo menor (n. 94) o con la bendición de los catecúmenos (n. 97). Cuando se utiliza el exorcismo menor, puede ir seguido de una de las bendiciones (n. 97) o, en ocasiones, del rito de la unción (n. 102-103).
Tomemos un momento para ver cómo un equipo de OCIA podría implementar tal “celebración de la palabra de Dios” en conexión con una sesión catequética sobre la Eucaristía utilizando pasajes bíblicos que son “relevantes para la formación de los catecúmenos”.
Esta muestra está tomada del Manual del Catequista de OCIA bajo la lección titulada “La Eucaristía (Lección 1 de 2)” en las páginas 76-77.
Antes de la sesión catecumenal, un miembro del equipo produciría copias de la letra de “You Satisfy the Hungry Heart” para los participantes. Sería ideal si pudieras traer una pequeña pila de himnarios a la sesión (quizás de tu iglesia parroquial). Si tienes un ministerio de música de OCIA, los miembros del equipo que tocan un instrumento serían notificados con anticipación con las partituras necesarias.
Después de que el grupo termina “Satisfaces el corazón hambriento”, un miembro del equipo camina hacia el frente del grupo y con una Biblia abierta proclama la lectura de Éxodo 16:2-16, que relata el maná milagroso dado por Dios para alimentar a los Israelitas en el desierto del Sinaí. Este evento es un presagio de la Eucaristía, que es el Pan milagroso del Cielo que nos nutre en nuestro viaje a través del desierto de esta vida.
Luego, el grupo canta el salmo responsorial tomado del Salmo 78, que relata cómo Dios proveyó alimento a los israelitas en el desierto de varias maneras, incluyendo el agua milagrosa de la roca y el maná. Hay disponible una versión bellamente formateada de este salmo que se puede imprimir y distribuir a los participantes desde el Libro del participante de OCIA.
A continuación, si está presente un sacerdote o un diácono, leen el pasaje del Evangelio. Si no hay ningún clérigo presente, entonces un miembro del equipo lee el Evangelio, que es Juan 6:48-58 – Discurso del Pan de Vida de Jesús en el que Jesús relata Éxodo 16 y usa este pasaje para enseñar sobre el don de su Cuerpo y Sangre en el Eucaristía.
Ahora habéis puesto las bases para la sesión catecumenal sobre la Eucaristía. Luego, durante tu catequesis, puedes consultar Éxodo 16, Salmo 78 y Juan 6 mientras testificas de la realidad y el poder de la Sagrada Eucaristía.