Aquí hay algunas sugerencias que los patrocinadores deben evitar.
Estos se basan en las experiencias comunes de quienes participan en el ministerio parroquial:
- Refiriéndose a la persona a la que estás sirviendo como “no católica”
- Abrumarlo con charlas, consejos y conocimiento de la doctrina y la práctica católicas.
- Entrometerse o insistir en conocer información o comportamiento pecaminoso que desea mantener en privado.
- Compartir tu vida interior y tus luchas en una forma de “superación” espiritual
- Suponiendo que necesariamente se hará católico o se hará católico esta Pascua
- Adivinar la respuesta correcta a una pregunta, o comenzar o discutir una enseñanza de la Iglesia con "Nunca he entendido por qué..."
- Permitir que el desánimo o las dificultades debiliten su confianza en la providencia de Dios y el cuidado amoroso de la persona a la que está sirviendo.
- Hablar o tratar creencias o prácticas católicas con falta de respeto.
- Tratar de hacer católica a la persona a la que estás sirviendo en tu imagen
- Cómo utilizar las sesiones de OCIA para obtener respuestas a sus propias preguntas o para expresar sus frustraciones con la Iglesia
- Comentar quién asiste (o no) a los devocionales patrocinados por la parroquia
- Expresar preferencias demasiado obstinadas en himnos, tradiciones litúrgicas o por qué cree que una expresión cultural o étnica de espiritualidad es mejor que otra.
- Dar obsequios extravagantes o más allá de tus posibilidades.
- Suponiendo que la naturaleza de su relación durante el proceso OCIA siempre será la base de su relación con su nuevo católico y que no cambiará ni evolucionará